10 julio 2006

Cambalache

El filósofo discepoleano maltrata a las vanguardias musicales argentinas:
"El totalitarismo de la vanguardia se expresó como pocas veces en el mamotreto de Paz Introducción a la música de nuestro tiempo, 1956, que creía tener la verdad revelada en el Corán de los doce tonos. De él, no queda nada. (A lo sumo, algunas disonancias.)"
Y considera a Schönberg posmoderno:
"Las filosofías posmodernas encuentran en el atonalismo uno de sus antecedentes." "El dodecafonismo está muy cerca de lo rizomático, esa figura que Deleuze toma de la botánica y que tiende a eliminar la jerarquización de la totalidad hegeliana-marxista en busca de un horizontalismo que garantiza, entre otras cosas, un descentramiento del esquema vertical, autoritario arborscente. El rizoma se ramifica en todas direcciones, horizontalmente. La música atonal, ante todo, huye de la tonalidad. El rizoma, al diversificarse, torna imposible establecer un centro. Digamos: una hegemonía tonal."